¿Qué gana la Universidad de Granada con esta manipulación?
Hace unos días, todos los medios
de comunicación y las redes sociales (blogs, Twitter, Facebook, etc.) se hacían
eco del resultado del “Estudio general de opinión pública de Andalucía”
(EGOPA), correspondiente al Invierno de 2015, elaborado por el “Centro de
Análisis y Documentación Política y Electoral de Andalucía” (CAPDEA), de la
Universidad de Granada.
He intentado encontrar alguna noticia que hubiera reprobado dicho Estudio, pero “mi gozo en un pozo”. Es tan ingente el flujo de información que circula sobre temas sociopolíticos que casi nadie investiga y cuestiona los contenidos, dando por válido cualquier resultado, que se publican sin comprobar su certeza. Mi sorpresa ha sido mayúscula cuando he analizado el citado estudio y observado que parte de una distribución provincial de la muestra que no se corresponde con los datos reales. Por tanto, cualquier resultado del estudio queda falseado.
A ustedes les costará trabajo entender como una Universidad pueda llegar a estos extremos. A mí, no. La tela de araña que el PSOE-A, desde los ámbitos de poder que ocupa, ha extendido a todos los ámbitos de la sociedad andaluza, alcanza igualmente a la Universidad. No son escasos los profesores universitarios que se arriman al poder de turno, es decir, a quien le facilita la promoción, las subvenciones para proyectos, contrataciones y publicaciones, el prestigio, la participación en másteres, debates y conferencias, etcétera. Las motivaciones de ese acercamiento pueden ser variadas, como la supervivencia de departamentos universitarios de escasa calidad, como la amistad o la coincidencia ideológica con el que gobierna. Pero - ¡ay, siempre hay un pero!-, esas dádivas tienen su correspondiente contrapartida.
He intentado encontrar alguna noticia que hubiera reprobado dicho Estudio, pero “mi gozo en un pozo”. Es tan ingente el flujo de información que circula sobre temas sociopolíticos que casi nadie investiga y cuestiona los contenidos, dando por válido cualquier resultado, que se publican sin comprobar su certeza. Mi sorpresa ha sido mayúscula cuando he analizado el citado estudio y observado que parte de una distribución provincial de la muestra que no se corresponde con los datos reales. Por tanto, cualquier resultado del estudio queda falseado.
A ustedes les costará trabajo entender como una Universidad pueda llegar a estos extremos. A mí, no. La tela de araña que el PSOE-A, desde los ámbitos de poder que ocupa, ha extendido a todos los ámbitos de la sociedad andaluza, alcanza igualmente a la Universidad. No son escasos los profesores universitarios que se arriman al poder de turno, es decir, a quien le facilita la promoción, las subvenciones para proyectos, contrataciones y publicaciones, el prestigio, la participación en másteres, debates y conferencias, etcétera. Las motivaciones de ese acercamiento pueden ser variadas, como la supervivencia de departamentos universitarios de escasa calidad, como la amistad o la coincidencia ideológica con el que gobierna. Pero - ¡ay, siempre hay un pero!-, esas dádivas tienen su correspondiente contrapartida.