Los abusos de Susana Díaz
En esta tierra de bandoleros no
constituye una novedad que la calidad democrática de sus instituciones básicas disminuya
con el paso del tiempo. No consigo descubrir a qué se debe ese empeño por
sobresalir en lo malo o en lo peor, hasta el punto de llegar a plantearme si el
problema tiene su origen en nuestros gobernantes o en el pueblo andaluz que se
regocija en el placer de ser constantemente azotado…quizá ambas cosas.
La capacidad de sorprenderse suele ser inversamente proporcional al transcurso del tiempo vivido, pero no por ello uno pierde su atrevimiento para señalar esas extrañas circunstancias que nos rodean, que lamentablemente pasan desapercibidas para el común de los ciudadanos en demasiadas ocasiones.
Tras revisar los Boletines Oficiales de la Junta de Andalucía (BOJA) de años atrás –que también hay que tener ganas-, uno descubre que la Tierra no es redonda en Andalucía, quizá uno más de los tantos fenómenos paranormales que acontecen en el sur de este variopinto país que es España.
No seré yo quien defienda la hipertrofia legislativa que sufrimos los españoles, y en especial los andaluces, signo de un intervencionismo radical de los poderes públicos que limitan nuestros derechos y libertades ciudadanas. La reducción del Estado es necesaria, pero más aún lo es la de las miles de normas que regulan nuestras vidas. Si seguimos así, para ir al baño necesitaremos una autorización y, por supuesto, una subvención.
En la Tabla que sigue a continuación se relacionan las cantidades de leyes y decretos-leyes aprobados y publicados en el BOJA desde el año 2008 hasta el 2014:
La capacidad de sorprenderse suele ser inversamente proporcional al transcurso del tiempo vivido, pero no por ello uno pierde su atrevimiento para señalar esas extrañas circunstancias que nos rodean, que lamentablemente pasan desapercibidas para el común de los ciudadanos en demasiadas ocasiones.
Tras revisar los Boletines Oficiales de la Junta de Andalucía (BOJA) de años atrás –que también hay que tener ganas-, uno descubre que la Tierra no es redonda en Andalucía, quizá uno más de los tantos fenómenos paranormales que acontecen en el sur de este variopinto país que es España.
No seré yo quien defienda la hipertrofia legislativa que sufrimos los españoles, y en especial los andaluces, signo de un intervencionismo radical de los poderes públicos que limitan nuestros derechos y libertades ciudadanas. La reducción del Estado es necesaria, pero más aún lo es la de las miles de normas que regulan nuestras vidas. Si seguimos así, para ir al baño necesitaremos una autorización y, por supuesto, una subvención.
En la Tabla que sigue a continuación se relacionan las cantidades de leyes y decretos-leyes aprobados y publicados en el BOJA desde el año 2008 hasta el 2014:
Año
|
LEYES
|
DECRETOS-LEYES
|
2008
|
3
|
2
|
2009
|
5
|
3
|
2010
|
12
|
7
|
2011
|
18
|
3
|
2012
|
5
|
5
|
2013
|
7
|
10
|
2014
|
5
|
17
|
Teniendo presente que fue
investida Presidenta de la Junta de Andalucía por el pleno del Parlamento el 5
de septiembre de 2013, he aquí la muestra de lo que Susana Díaz entiende por
separación de poderes y democracia. La Cámara de nuestros representantes ha quedado
ninguneada a golpe de bastón de un ejecutivo capitaneado por la futura “primípara añosa”.
Mientras que las leyes tienen un procedimiento de elaboración previo a su debate y aprobación en el Parlamento –poder legislativo-, en el que intervienen varios órganos e instituciones públicas, en el que el Consejo Consultivo emite dictamen del anteproyecto o proyecto, y es sometido normalmente a audiencia de interesados (como ocurrió con la Ley de Transparencia), los decretos-leyes (norma de rango legal) son aprobados de forma sumarísima por el Consejo de Gobierno –poder ejecutivo- en caso de extraordinaria y urgente necesidad, que deberán ser convalidados o ratificados en breve plazo por el Parlamento.
Este recurso de urgencia del decreto-ley, y por tanto de excepcionalidad, se ha convertido en la práctica en una vía de abuso por parte del poder ejecutivo para ganar tiempo en los trámites de aprobación, dando por hecho que serán ratificados por el poder legislativo que elige a la cabeza visible del ejecutivo, aunque en el caso de Susana fue el dedazo de su antecesor Griñán, Presidente en los años 2009 a 2013.
Pero esta vía de urgencia tiene ciertos efectos perversos -vocablo con cierta vis atractiva para el Gobierno andaluz-, y eso explica el resultado obtenido en la evolución seguida por dicha vía en la Comunidad de Andalucía. Entre dichos efectos, destaca el uso del decreto-ley para regular materias que son propias de normas reglamentarias, evitando así posibles recursos judiciales por la ciudadanía, así como obviar posibles informes que pudieran poner de manifiesto ciertas “irregularidades” en la norma, como está ocurriendo con el Consejo Consultivo de Andalucía, donde cada vez son más frecuentes los votos particulares en contra del Dictamen general con argumentos muy sólidos.
Por otro lado puede observarse, al menos en tres ocasiones en dichos años, que las materias reguladas en los decretos-leyes aprobados se refieren a la agilización y simplificación de trámites administrativos para creación de empresas. ¿Por qué tantos decretos-leyes para lo mismo? ¿No se puede conseguir ese objetivo de una sola vez? ¿Tan mal se legisla?
Sin embargo, uno de los aspectos más grave a destacar es que la materia estrella de los decretos-leyes ha sido la regulación de ayudas sociolaborales, careciendo la Comunidad andaluza de título competencial para ello, dado que lo posee el Estado. Ni el Consejo de Gobierno andaluz ni el Parlamento pueden aprobar normas reguladoras de dichas ayudas, salvo las de organización de sus servicios (ad intra), dado que la competencia de la Comunidad andaluza es de ejecución, siendo el Estado el único competente para efectuar dicha regulación, con arreglo al bloque de constitucionalidad (Constitución española y Estatuto de autonomía de Andalucía).
No está mal visto por los operadores jurídicos que en tiempos de crisis económica pueda acudirse con más frecuencia a los decretos-leyes, siempre que esté debidamente motivado. Sin embargo, la crisis la estamos padeciendo desde 2008, y por tanto no habría explicación para la evolución seguida por los decretos-leyes y las leyes, salvo que la Comunidad andaluza vaya a peor en todos los sentidos, lo cual, dicho sea de paso, es un secreto a voces: ¡¡diecisiete decretos-leyes en 2014!!
Por otro lado, llama poderosamente la atención que en el año 2011, en plena crisis económica, sólo se aprobaran 3 decretos-leyes frente a 18 leyes. ¿Cuál de los dos gobiernos del PSOE-A lo hacía bien, el de 2011 o el de 2014? Obviamente, se trata de una pregunta retórica: ambos gobiernos infames.
Pero ese aumento de decretos-leyes también muestra otra faceta de los últimos gobiernos del PSOE-A, ahora acrecentado con el bipartito: el descabezamiento. No hay planificación, no hay proyecto político alguno, no hay coordinación en las políticas públicas. Peor aún: no hay Política.
Es un descalabro en toda regla la que sufre Andalucía, agravado por el círculo vicioso de la corrupción: “a mayor corrupción, mayor fraude fiscal”, máxima que inevitablemente nos lleva a la tragedia social. Y no es fácil salir de ese círculo, les aseguro.
Poco a poco van incrementándose los efectos negativos, y si no se adoptan las medidas oportunas, la situación irremediablemente empeorará. No hace falta ser un ilustrado para verlo: el día a día de cada andaluz, de cada familia, de cada empresa y autónomo, etc., se hace cuesta arriba. No hay ilusión, no hay perspectiva de mejora, mientras Andalucía agoniza en manos de un partido absolutamente cartelizado (PSOE-A). Así es imposible levantar cabeza.
Les dejo con el listado de leyes y decretos-leyes publicados el año pasado, para que ustedes mismos analicen la situación política que vivimos, y saquen sus propias conclusiones. Las mías son irrevocables: ni hay democracia, ni hay verdadera representación en el Parlamento, ni hay separación de poderes. El ejecutivo, en Andalucía, se ha fagocitado al legislativo, cuyo silencio-cómplice hace añicos uno de los pilares de la democracia: la representación del pueblo andaluz.
Mientras que las leyes tienen un procedimiento de elaboración previo a su debate y aprobación en el Parlamento –poder legislativo-, en el que intervienen varios órganos e instituciones públicas, en el que el Consejo Consultivo emite dictamen del anteproyecto o proyecto, y es sometido normalmente a audiencia de interesados (como ocurrió con la Ley de Transparencia), los decretos-leyes (norma de rango legal) son aprobados de forma sumarísima por el Consejo de Gobierno –poder ejecutivo- en caso de extraordinaria y urgente necesidad, que deberán ser convalidados o ratificados en breve plazo por el Parlamento.
Este recurso de urgencia del decreto-ley, y por tanto de excepcionalidad, se ha convertido en la práctica en una vía de abuso por parte del poder ejecutivo para ganar tiempo en los trámites de aprobación, dando por hecho que serán ratificados por el poder legislativo que elige a la cabeza visible del ejecutivo, aunque en el caso de Susana fue el dedazo de su antecesor Griñán, Presidente en los años 2009 a 2013.
Pero esta vía de urgencia tiene ciertos efectos perversos -vocablo con cierta vis atractiva para el Gobierno andaluz-, y eso explica el resultado obtenido en la evolución seguida por dicha vía en la Comunidad de Andalucía. Entre dichos efectos, destaca el uso del decreto-ley para regular materias que son propias de normas reglamentarias, evitando así posibles recursos judiciales por la ciudadanía, así como obviar posibles informes que pudieran poner de manifiesto ciertas “irregularidades” en la norma, como está ocurriendo con el Consejo Consultivo de Andalucía, donde cada vez son más frecuentes los votos particulares en contra del Dictamen general con argumentos muy sólidos.
Por otro lado puede observarse, al menos en tres ocasiones en dichos años, que las materias reguladas en los decretos-leyes aprobados se refieren a la agilización y simplificación de trámites administrativos para creación de empresas. ¿Por qué tantos decretos-leyes para lo mismo? ¿No se puede conseguir ese objetivo de una sola vez? ¿Tan mal se legisla?
Sin embargo, uno de los aspectos más grave a destacar es que la materia estrella de los decretos-leyes ha sido la regulación de ayudas sociolaborales, careciendo la Comunidad andaluza de título competencial para ello, dado que lo posee el Estado. Ni el Consejo de Gobierno andaluz ni el Parlamento pueden aprobar normas reguladoras de dichas ayudas, salvo las de organización de sus servicios (ad intra), dado que la competencia de la Comunidad andaluza es de ejecución, siendo el Estado el único competente para efectuar dicha regulación, con arreglo al bloque de constitucionalidad (Constitución española y Estatuto de autonomía de Andalucía).
No está mal visto por los operadores jurídicos que en tiempos de crisis económica pueda acudirse con más frecuencia a los decretos-leyes, siempre que esté debidamente motivado. Sin embargo, la crisis la estamos padeciendo desde 2008, y por tanto no habría explicación para la evolución seguida por los decretos-leyes y las leyes, salvo que la Comunidad andaluza vaya a peor en todos los sentidos, lo cual, dicho sea de paso, es un secreto a voces: ¡¡diecisiete decretos-leyes en 2014!!
Por otro lado, llama poderosamente la atención que en el año 2011, en plena crisis económica, sólo se aprobaran 3 decretos-leyes frente a 18 leyes. ¿Cuál de los dos gobiernos del PSOE-A lo hacía bien, el de 2011 o el de 2014? Obviamente, se trata de una pregunta retórica: ambos gobiernos infames.
Pero ese aumento de decretos-leyes también muestra otra faceta de los últimos gobiernos del PSOE-A, ahora acrecentado con el bipartito: el descabezamiento. No hay planificación, no hay proyecto político alguno, no hay coordinación en las políticas públicas. Peor aún: no hay Política.
Es un descalabro en toda regla la que sufre Andalucía, agravado por el círculo vicioso de la corrupción: “a mayor corrupción, mayor fraude fiscal”, máxima que inevitablemente nos lleva a la tragedia social. Y no es fácil salir de ese círculo, les aseguro.
Poco a poco van incrementándose los efectos negativos, y si no se adoptan las medidas oportunas, la situación irremediablemente empeorará. No hace falta ser un ilustrado para verlo: el día a día de cada andaluz, de cada familia, de cada empresa y autónomo, etc., se hace cuesta arriba. No hay ilusión, no hay perspectiva de mejora, mientras Andalucía agoniza en manos de un partido absolutamente cartelizado (PSOE-A). Así es imposible levantar cabeza.
Les dejo con el listado de leyes y decretos-leyes publicados el año pasado, para que ustedes mismos analicen la situación política que vivimos, y saquen sus propias conclusiones. Las mías son irrevocables: ni hay democracia, ni hay verdadera representación en el Parlamento, ni hay separación de poderes. El ejecutivo, en Andalucía, se ha fagocitado al legislativo, cuyo silencio-cómplice hace añicos uno de los pilares de la democracia: la representación del pueblo andaluz.
DECRETOS-LEYES
1)
Decreto-ley 1/2014, de 18 de marzo, por el que
se regula el Programa de Impulso a la Construcción Sostenible en Andalucía y se
efectúa la convocatoria de incentivos para 2014 y 2015.
2)
Decreto-Ley 2/2014, de 8 de abril, por el que se
adoptan medidas urgentes en relación con la aplicación del Acuerdo de 28 de
diciembre de 2012, del Consejo de Gobierno, por el que se aprueba el
Contrato-Programa entre el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía y la
Agencia Pública Empresarial de la Radio y Televisión de Andalucía para el
período 2013-2015.
3)
Decreto-ley 3/2014, de 8 de abril, por el que se
modifica la Ley 22/2007, de 18 de diciembre, de Farmacia de Andalucía.
4)
Decreto-ley 4/2014, de 11 de abril, por el que
se adoptan las medidas urgentes necesarias en relación con el procedimiento de
reapertura de la mina de Aznalcóllar y se complementan las disposiciones
recogidas a tal fin en el Decreto-ley 9/2013, de 17 de diciembre.
5)
Decreto-ley 5/2014, de 22 de abril, de medidas
normativas para reducir las trabas administrativas para las empresas.
6)
Decreto-ley 6/2014, de 29 de abril, por el que
se aprueba el Programa Emple@Joven y la «Iniciativa @mprende+».
7)
Decreto-ley 7/2014, de 20 de mayo, por el que se
establecen medidas urgentes para la aplicación de la Ley 27/2013, de 27 de
diciembre, de racionalización y sostenibilidad de la Administración Local.
8)
Decreto-Ley 8/2014, de 10 de junio, de medidas
extraordinarias y urgentes para la inclusión social a través del empleo y el
fomento de la solidaridad en Andalucía.
9)
Decreto-Ley 9/2014, de 15 de julio, por el que
se aprueba el Programa Emple@30+.
10) Decreto-Ley
10/2014, de 29 de julio, por el que se conceden suplementos de crédito para
atender la reparación de los daños causados por los temporales de lluvia y se
establecen normas para la aplicación del fondo de contingencia en el año 2014.
11) Decreto-Ley
11/2014, de 7 de octubre, por el que se modifican los Decretos-leyes 8/2014, de
10 de junio, 6/2014, de 29 de abril, y 9/2014, de 15 de julio, y por el que se
adoptan medidas relativas a las subvenciones en materia de cooperación
internacional para el desarrollo.
12) Decreto-Ley
12/2014, de 7 de octubre, por el que se modifica el Decreto Legislativo 1/2012,
de 20 de marzo, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley del Comercio
Interior de Andalucía.
13) Decreto-ley
13/2014, de 21 de octubre, por el que se amplían el objeto y los fines, y se
cambia la denominación de la agencia pública empresarial «Ente Público Andaluz
de Infraestructuras y Servicios Educativos».
14) Decreto-Ley
14/2014, de 18 de noviembre, por el que se adoptan medidas urgentes en materia
de tasas portuarias y se modifica la Ley 21/2007, de 18 de diciembre, de
Régimen Jurídico y Económico de los Puertos de Andalucía.
15) Decreto-Ley
15/2014, de 25 de noviembre, por el que se modifica el Decreto-ley 5/2012, de
27 de noviembre, de medidas urgentes en materia urbanística y para la
protección del litoral de Andalucía.
16) Decreto-Ley
16/2014, de 23 de diciembre, por el que se modifican la Ley 13/2003, de 17 de
diciembre, de Defensa y Protección de los Consumidores y Usuarios de Andalucía
y la Ley 1/2014, de 24 de junio, de Transparencia Pública de Andalucía, y se
establecen medidas en relación con el Servicio de Inspección Técnica de Equipos
de Aplicación de Productos Fitosanitarios.
17) Decreto-ley
17/2014, de 23 de diciembre, por el que se modifica la Ley 2/2003, de 12 de
mayo, de ordenación de los transportes urbanos y metropolitanos de viajeros en
Andalucía para la adopción de medidas de control del transporte público
discrecional de viajeros en vehículos turismo.
LEYES
1)
Ley 1/2014, de 24 de junio, de Transparencia
Pública de Andalucía.
2)
Ley 2/2014, de 8 de julio, integral para la no
discriminación por motivos de identidad de género y reconocimiento de los
derechos de las personas transexuales de Andalucía.
3)
Ley 3/2014, de 1 de octubre, de medidas normativas
para reducir las trabas administrativas para las empresas.
4)
Ley 4/2014, de 9 de diciembre, por la que se
modifican la Ley 7/2003, de 20 de octubre, por la que se regula la
investigación en Andalucía con preembriones humanos, no viables para la investigación
in vitro, y la Ley 1/2007, de 16 de marzo, por la que se regula la
investigación en reprogramación celular con finalidad exclusivamente
terapéutica.
5)
Ley 5/2014, de 30 de diciembre, del Consejo
Andaluz de Concertación Local.
6)
Ley 6/2014, de 30 de diciembre, del Presupuesto
de la Comunidad Autónoma de Andalucía para el año 2015.
(Nota: publicado el 22/01/2015 en EL DEMÓCRATA LIBERAL)
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